Se inicia transformando tus "debería" en "tengo que"
¿Cuántas veces te has dicho lo que "deberías" hacer?
Debería perder peso.
Debería tener más confianza.
Debería ganar más dinero.
Debería tener una relación más apasionada.
La gente tiene una lista interminable de cosas que creen que deben hacer o deberían seguir haciendo.
Y estos "debería" tienen aproximadamente el mismo valor que los propósitos de Año Nuevo; es decir, si se realizan es emocionante, pero si no, no nos va a resultar demasiado decepcionante porque en el fondo ya sabíamos que no se iban a realizar; porque un "debería" es un deseo que lleva implícito el justificante de no cumplirlo.
¿Pero qué sucede cuando decides que algo es un absoluto "tengo que"? ¿Qué sucede cuando eliminas cualquier posibilidad que no sea la de tener éxito? ¿Cuando decides que ya está bien, que vas a encontrar una manera de hacer que algo suceda sí o sí?