Un joven llamado George Eyser soñó un día con participar en unos juegos Olímpicos. En Saint Louis, y durante el año 1904 su sueño se cumplió. George no sólo participó, sino que consiguió una medalla de oro, dos de plata y otra de bronce en gimnasia. Siempre había soñado con ser un atleta olímpico y ganar una medalla.